miércoles, 20 de marzo de 2013

Pequeños homenajes. Flore

Mi primer pequeño homenaje quiero dedicárselo a Flore.

Cuando nació Rocío, mi hermana mayor, Flore era una niña de 9 años que se vino a vivir con mi familia y fue parte de ella hasta el día en que se casó y formó su propia  familia.
Empezó a cuidar de Rocío por las tardes, al salir de la escuela, pero al hacerse mayor dejó el colegio.

Mi madre, además de cuidar de Rocío, de Ramón y de mí -Concha aún no había nacido- "cosía para fuera" con el fin de complementar la economía familiar ya que no había sueldos en casa y la panadería apenas daba para vivir, así que hacía jerseys y  trabajaba como modista, además de vender pan en el despacho de la panadería familiar. Siempre fue una artista y tenía unas manos maravillosas para hacer todo tipo de labores, además de tener muy buen gusto.

Flore ejercía de hermana mayor. Siendo yo pequeña, me asustaba mucho cuando alguien moría en el pueblo y, esa noche, no tocaba dormir. Pasaba la noche temblando de miedo y Flore aguantaba el tirón a mi lado hasta que en la madrugada, por fin, yo caía rendida y le dejaba a ella también dormir.

Otras veces, mientras yo no podía conciliar el sueño, Flore aprovechaba el tiempo para planchar el uniforme del colegio de Ramón, El Electrón, o mi uniforme, uno horrible de color gris muy tieso que me arañaba a la altura de las rodillas. Qué uniforme más feo!

Recuerdo perfectamente alguna de aquellas noches. El día que murió Miguel Angel -el carnicero- fue impresionante porque era muy joven, pero además se debió a un accidente de tráfico -entonces había muy pocos coches, esto debió ser en torno a 1960-. Los accidentes de tráfico no eran muy frecuentes  y menos aún entre jóvenes. Pocos podían permitirse tener un coche, de hecho  Miguel Angel lo tenía porque lo usaba para su trabajo.

Cuando yo estaba asustada y no podía dormir, Flore me daba su mano con los tres dedos inmóviles por una quemadura, el meñique, el anular y el corazón; aquella mano me proporcionaba toda la serenidad,  seguridad y sosiego que en aquel momento necesitaba para tranquilizarme y quedarme dormida.

Al trascurrir los años, esa mano siempre ha seguido estando ahí en los pocos momentos difíciles que afortunadamente he tenido a lo largo de mi vida. Sólo el hecho de imaginarme agarrada a ella, me sigue proporcionando el calor, sosiego y serenidad que necesito. En estos momentos me consta que, gracias a esa protección no he sentido miedo y es tu mano la que me está dando toda esa fuerza que ni yo misma sabía que tenía.

GRACIAS, FLORE, POR AÚN ESTAR A MI LADO.


  


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Rosa, me ha emocionado tu escrito, gracias por compartir tus emociones y sentimientos con nosotros. No había vuelto a entrar en tu blog hasta hoy y me he quedado gratamente sorprendida de ver tanta actividad. !Qué vital eres! Y que historias tan bonitas nos cuentas, cada una de ellas es un regalo.
Sobre libros para leer, voy a pensar en ello. De primeras se me ha venido a la cabeza La hija del Canibal de Rosa Montero, me hizo reír mucho y aparte de la trama general, detrás de cada personaje hay una historia propia. Pienso que te puede gustar, aunque quizás ya lo hayas leído, no es actual.

Un beso fuerte y sigue tan animada, nos sigues dando lecciones, no solo de inglés sino de vida.

Nuria.

Anónimo dijo...

Que alegria me da leer todo lo que has escrito! De vez en cuando he entrado en la página y en el blog para ver si escribias algo y hoy me he encontrado con todo esto.... ¡Que grata sorpresa! Me alegro muchísimo de que te sientas con fuerzas y que sigas con ganas de disfrutar de todo y con todo, de esos pequeños momentos como un paseo bajo la lluvia...
Te mando un beso y un abrazo enorme de parte de toda la clase, mucho ánimo y a seguir con todas tus fuerzas para que puedas continuar con tu día a día y te veamos pronto por la escuela,

Gema,

Anónimo dijo...

Hola Rosa.

Esta tarde enseñaré a Flore el blog, estoy seguro de que se va a emocionar. Le he sacado una copia en papel porque seguro que lo va a leer y releer muchas veces.

Mucho ánimo y un fuerte abrazo.

Roberto.

Maite dijo...

¡Pero qué guapas!

Eva dijo...

Qué maravillosa y necesaria es la compañía de la familia y amigos,creo que es lo más importante para las personas. Viendo la cantidad de gente que te está escribiendo sé que eres una mujer afortunada Rosa, porque tienes mucha gente preocupada por tí e interesandose cada día por tu estado de salud en la escuela. Es algo normal, eres una profesora que deja huella y tu forma de ser nos llena a todos! Ya verás como te vas a recuperar y vas a volver a la escuela con tu cálida sonrisa, esa que ahora se echa tanto de menos.
Un besazo muy fuerte.

Eva.

Anónimo dijo...

Cuando abri tu correo con el blog no tenia ni idea de como se entraba en estos lares, pero como lo envie la niña me ha dicho como entrar y hoy estoy en ello y ¿me encanta! que puedas compartir con todos es maravilloso para ti y para todos nosotros que recibimos más que intentamos dar que es sólo animo y de eso tu tienes mas que muchos de nosotros. Recuerda que las defensas aumentan con la risa o sea que ¡ya puedes reírte!
Ya me diras si lo he hecho bien, muuuuuchos besos.uti