sábado, 28 de septiembre de 2013

Un poco de mi historia: El instituto, un mundo nuevo

Antes de ir al Instituto, yo había estado en un colegio de monjas. A diferencia de las monjas de toda la vida, éstas no usaban hábito y vestían de seglares, sin embargo ahora no sabría decir si este hecho significaba que eran más progresistas.

En el año 1974 hice Cou en el Instituto de Enseñanza Secundaria "Padre Juan de Mariana", en Talavera de la Reina. Se trataba de un Instituto al que, no sé muy bien por qué motivo, quizá porque estaba recien creado, fueron destinados un numeroso grupo de profesores muy jóvenes y con ideas progresistas. Un detalle importante, para que podáis haceros una idea de qué clase de profesores se trataba, es que nos llevaban a Madrid al cine o al teatro. Nos solían llevar a las entonces llamadas Salas de Arte y Ensayo. Creo recordar que fue entonces cuando ví Belle d'jour, la película de Luis Buñuel. Nos hablaban de los griegos, de la homosexualidad en el mundo clásico. Cuesta creer que, después de tantos años, la homosexualidad siga siendo un tabú.

Aquél año fue el primero de Cou, pues antes se llamaba Preu. Llegar al Instituto fue para mí el descubrimiento de un nuevo mundo. Y lo más importante en ese descubrimiento fueron los profesores, que disfrutaban enseñando. Lo que interesaba a aquellos jóvenes docentes era despertar en nosotros, sus alumnos, el placer de aprender. He de hacer una mención especial a María Jesús Sandoval Alonso, profesora de Griego, que además de enseñarnos griego, nos ayudaba a preparar otras asignaturas, como por ejemplo, de inglés o matemáticas. Aquella era una profesora con mayúsculas. También fue esta profesora quien nos explicó la relevancia del atentado de Carrero Blanco. Cuando aquel atentado tuvo lugar, los que te teníamos griego como asignatura optativa, estábamos en clase con ella. En aquél reducido grupo de alumnos estaban, entre otros, Elena Colilla (no estoy segura),  Santiago Manzano, Inmaculada Chinchón ("Macu") y Virginia Gil. Con ella, además, conocimos la música de Cat Stevens, que, por cierto, sus padres o abuelos, creo recodar, eran de origen griego.

Os estoy contando todo esto como preludio a lo que pretendo contaros a continuación: el por qué de mi marcha a Londres en el año 1975, y es que fue en el Instituto donde surgió en mí el deseo de conocer otros mundos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Queda inaugurada la nueva temporada de teatro

El otoño se presta más al recogimiento, a la lectura. Además suele reactivarse la vida cultural en las ciudades, tanto en las grandes como en las más pequeñas. Estoy pensando en Madrid, pero, por ejemplo, en San Fernando de Henares, en ocasiones, llegaba una pequeña compañía de teatro, unas veces para ir haciendo el rodaje necesario antes de llegar a  teatros más importantes, o bien, esperando encontrar un espacio donde poder mostrar al público, por lo general muy reducido, el trabajo realizado durante meses. Quedan a un lado las noches de verano disfrutando del fresco en una terraza con los amigos. El otoño es más idoneo para concentrarse en la lectura, o algo que me encanta, VOLVER AL TEATRO.

El sábado pasado, día 21 de septiembre inauguré mi nueva temporada teatral, como espectadora claro está.
La representación tuvo lugar en la C/ Pañuelas 61, en una pequeña sala de la compañia La Belloch, con capacidad para 25 personas, cerca de la estación de Metro Acacias. La obra: Dos ninas para un Chéjov.
Me gustaría aprovechar este espacio para felicitar a las autoras de la obra, María García de Oteyza y Rocío Literas por el magnífico trabajo realizado con los actores, bueno, más bien con las actrices, Miriam Montilla y Andrea Trepat. Es una lástima que ya no se pueda ver, al menos por ahora, en Madrid. Me gustó mucho y creo que el resultado final tiene bastante que ver con la buena dirección e interpretación así como la frescura del texto.

Os aconsejo que os deis una vuelta por el teatro. No todo se trata de musicales carísimos. Hay compañías alternativas con buenísimos actores haciendo sus representaciones por un donativo sin tener que pagar un 21 % de IVA.
No seremos capaces de salir adelante y superar esta crisis, que en mi opinión no sólo es económica, si  nos olvidamos de la CULTURA. Sé que en la Antigua Grecia se le daba mucha importancia a la educación y a la formación del cuerpo y del alma (pero no en el sentido espiritual). Y es que el ser humano no sólo tiene como necesidades básicas comer, beber, etc. Soy consciente de la situación económica, pero si, dejamos de apoyar las iniciativas culturales, toda forma de expresión,  libros, cine, teatro, pintura y un largo etcétera, desaparecerá de un plumazo, y con ello nuestra identidad.