lunes, 30 de septiembre de 2013

Por qué me marché a Londres


¿Por qué me marché a Londres ?. Quizá simplemente porque en mí había un cierto espíritu aventurero y porque, como he dicho en la anterior entrada, en el Instituto se me acrecentó el gusanillo de conocer mundo, de saber, de aprender.

Qué necesidad tiene de salir de casa alguien cuyos padres dan plena libertad a los hijos. Yo nunca tenía que pedir permiso para ir de excursión con el colegio. Nunca teníamos que preguntar "¿Me dejas?". En cambio había compañeras a las que sus padres nunca "dejaban". Con mis padres no tenía ningún problema porque siempre fueron muy abiertos. Cuando terminé COU les dije que quería marcharme a Londres para aprender Inglés, y no solo no se opusieron, sino que me animaron; pero no podían ayudarme económicamente, me dieron mil pesetas por si surgía alguna emergencia y así poder hacer una llamada a casa. La llamada a casa se hacía a través de una centralita, yo no podía llamar directamente.

Recuerdo que aquél verano de 1975 hubo un asesino en Londres que, creo recordar, se cargó a tres enfermeras muy jóvenes. Podéis imaginar a mis pobres padres: yo allí, en Londres sola, y tan joven. Cada vez que lo pienso soy más consciente de que ambos, tanto mi padre como mi madre, fueron unos adelantados a su época.

Mi hermano también tenía algo de aventurero. Cuando le tocó hacer la mili, se enroló en la Legión, donde es probable que aprendiera más y conociera a gente más interesante que si hubiera hecho la mili que hacían todos los chavales de la época.

En aquél momento, cuando una chica quería aprender Inglés, lo normal era buscar trabajo de au-pair, cuidando niños y viviendo con una familia. Así se tenía vivienda y una familia con quien hablar Inglés. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, la estudiante limpiaba mucho y hablaba bastante poco Inglés. Yo jamás hice ese trabajo. Yo necesitaba libertad e independencia. El trabajo más parecido a au-pair que hice fue el de cuidar a un perro, a Mr. Paddington. Esto más que un trabajo resultó ser un chollo. Los dueños de Mr. Padigton eran los que, unos años más tarde, serían llamados "yuppies (Young Executives). Yo vivía en un apartamento de super-lujo, muy cerca de la embajada española, en Belgravia, exactamente en el nº 3 de Eaton Place.

El mejor sistema para encontrar un trabajo era a través de la escuela a la que asistías a clase, pues solía estar llena de anuncios. Fue allí donde me enteré que una japonesa volvía a su país y dejaba libre su trabajo, que consistía en cuidar a Mr. Padigton !

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Rosa, aunque conozco tu ida a Londres, me ha encantado recordarlo . Es una maravilla com lo relatas Y LO DEL PERRO es increíble , nos lo contabas y aquí en España costaba creerlo porque no es lo habitual, LA MAYORÍA iban a limpiar y hablaban poco el inglés, ya lo sabes tú muy bien.
Por favor, sigue esribiendo, me encanta leer lo que escribes y como lo escribes.

Y el sábado 5 , ya sabes, r. de mujeres, te espero con tu hermana.

Besos Francisca

Nuria dijo...

Jaja, Rosa me has despertado la sonrisa. !Qué genial! la verdad es que no te imagino cuidando niños. Que especial eres y que afortunada, haber tenido esa libertad que te permite crecer como persona y esos profesores que posiblemente te enseñaron lo más valioso, el querer aprender.
Sigue contándonos cosas, las esperamos con ilusión.

Un abrazo.

Anónimo dijo...


Efectivamente, yo me fui de au-pair y apenas hablaba con la familia. Pero fue una gran experiencia.
¡Me encantan tus historias!

Besos,

michelle dijo...

Traducción para el ebook:


Why I travelled to London
Why did I travel to London? Perhpas it was simply because I had a passion for adventure and because, as I said in my previous post, high school got me interested in learning about the world. It developed in me the passion of learning!
I had no need of leaving my parents' house because they gave their children all the freedom they could dream of. I never had to ask for permission to go on school excursions. We never had to ask May I...? Am I allowed to...? But most of our classmates had to. They were never allowed to do anything. I never had any problem with my parents in this respect -- they were very open-minded. When I finished "Cou" I told them I wanted to travel to London to learn English. They didn't oppose -- they even encouraged me to leave! However, they could not help me financially. They gave me a thousand pesetas [about 6 euros now] in case I needed to make an emergency call [calls were very expensive then]. Calls were through operators back then.

I remember that in that summer of 1975 there was a murderer in London who, if I remember correctly, had killed three young nurses. Just imagine my poor parents: I was there, on my own, and so young! The more I think about it, the more I realize my parents were ahead of their times.
My brother had also a passion for adventure. Just before his call up, he decided to join the Legion. He probably learnt more and met more interesting people there than if he had done his ordinary military service like most other young men.
In those times, when a young woman wanted to learn English, the usual was to look for a job as an au-pair. In this way, she would have a job looking after children and live with a family, which meant, you would have a house to live in, and the chance to learn English. The truth was different. In most cases, the foreign student did a lot of cleaning and very little speaking. I never managed to get myself to apply for such a job. I needed freedom and independence. The only job I did that could be similar to that one in some way was looking after a dog, a Mr. Paddington! It was not a job, really -- it was a gift! Mr. Paddignton's owners were what years later would be called "yuppies" (Young Executives). I lived in a luxurious flat, very close to the Spanish Embassy, in Belgravia, number 3 Eaton Place.
The best way to find a job was at the language school you went to, because those places were full of ads. It was there where I learnt about this Japanese woman who was going back home and leaving this amazing job of looking after Mr. Paddington!