Lo que conduce a ser intolerante, en muchas ocasiones, es el miedo a lo diferente, a lo desconocido, a lo que no nos es familiar. Cuando no conocemos una lengua, una cultura, el mero hecho de que sea diferente a la nuestra, nos hace observarla con cierto recelo y desconfianza.
Si a ésto, al miedo a lo desconocido, le añadimos ignorancia además de una larga y continua labor de unos políticos incompetentes interesados en que las dos Españas sigan enfrentadas, el resultado de este coctail puede ser muy peligroso. Sólo mediante el respeto, valorando y considerando a lo que es diferente como un factor a tener en cuenta para sumar y para ampliar conocimientos, y nunca, nunca, nunca para restar; sólo así la convivencia será posible.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo.
Besaco gordo.
!Qué sabias tus palabras Rosa! A mi ya me tocó vivir algo similar en otro concierto y sinceramente me da una pena terrible que no seamos capaces de valorar y respetar la lengua materna de otros, que cantan desde el corazón y la emoción. En fin, quizás algún día los intolerantes sean capaces de ponerse en la situación de aquellos a los que no respetan.
Por cierto, suspendí el examen y me tocará repetir 5º porque en Septiembre me voy de viaje a Tanzania y no podré presentarme (Creo que es un buen motivo :)) Así que ponte buena que me encantaría reencontrarme contigo en clase y poder comentar sobre este país que creo que te encanta.
Un beso fuerte.
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